Número Especial: A 100 años de la Reserva Federal de Estados Unidos.
Editor invitado Mario Seccareccia
University of Ottawa,
Ottawa, Canada
La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos fue fundada en diciembre de
1913, seis años después de la importante crisis financiera de 1907. Ese
proceso obliga a reflexionar sobre la actual crisis que inició en 2007-2008 y
pervive hasta hoy. De hecho, en los últimos seis años de esta crisis, hay la
sensación de que se está, aproximadamente, en el mismo punto que en 1907,
vis-a-vis a la fundación de esa importante institución estadounidense. Una
reflexión sobre los resultados actuales del proceso de la crisis financiera
iniciada en 2007-2008, podría indicar que los responsables de las políticas
aplicadas recientemente han aprendido mucho menos que aquellos que
estuvieron luchado por establecer el Sistema de la Fed hace un siglo.
En ambos casos, hubo importantes desarrollos institucionales que fueron
activados por la crisis financiera, en el caso de los desarrollo posteriores a
1907, la crisis dio nacimiento a una institución crucial, un banco central que
podía servir como prestamista de última instancia. En el caso de la presente
crisis, hemos visto cambios importantes legislativos, como la ley Dodd-Frank, la que, muchos de nosotros, podríamos argumentar que es
insuficiente para evitar que se repita otra crisis financiera. De hecho, todo lo
que la crisis ha traído es primeramente bajas tasas de interés y la llamada
flexibilización cuantitativa practicada por la Fed, que fueron dictadas sobre
la creencia errónea de que esas políticas específicas podrían estimular
suficientemente el crecimiento y sacar a la economía de su actual estado de
estancamiento. Aprendiendo de la experiencia de las crisis financieras
previas del último siglo, especialmente de la crisis de los años treinta, las
bajas tasas de interés y reservas ociosas en el sistema bancario logran muy
poco por si mismas para estimular el crecimiento.
La creencia ingenua de que el “maestro” del banco central puede conducir
con eficacia y precisión la “orquesta” económica, ha sido destrozada por la
crisis financiera y sus consecuencias. Las bajas tasas de interés y el exceso
de reservas de los bancos comerciales en los últimos cinco años han hecho
muy poco por si mismas para mover la economía estadounidense y la
economía mundial fuera de esta profunda crisis. A menos de que la política
fiscal y monetaria se complementen entre ellas, la actual política macroeconómica
es análoga a una persona que cae y busca levantarse, y correr con
una sola pierna. La persona podría levantarse después de mucho luchar, pero
lo más probable es que vuelva a caer de frente otra vez. La evidencia tanto
en Estados Unidos como internacionalmente es que esta unilateral política
macroeconómica basada en la dependencia de un solo instrumento, las bajas
tasas de interés, difícilmente puede sostener el crecimiento mientras la
austeridad fiscal practicada destruye el crecimiento al mismo tiempo.
Ambas políticas, monetaria y fiscal, necesitan ser expansionistas para
estimular suficientemente la economía. En su lugar, casi tan rápido como se
instituyeron los estímulos fiscales en 2008 y 2009, los responsables de esas
políticas, a todo lo ancho del mundo industrializado, las revirtieron y
volvieron a la austeridad en 2010, y han puesto todos sus huevos en la
misma canasta monetaria que había originalmente preparado las condiciones
para la crisis financiera de 2007-2008. Esta mezcla de políticas sólo puede
garantizar la continuación de la inestabilidad y estancamiento de largo plazo.
Creemos que es el momento de moverse hacia delante, fuera de esa visión
equivocada y no repetir los errores del pasado.
El presente número especial de www.olafinanciera.unam.mx contiene cinco contribuciones para una mejor comprensión y más útil para entender el
pasado. Es solamente desde la comprensión de la historia que es posible
aprender y, por tanto, no estar condenado a repetir los mismo errores.
Esperamos que aprendiendo de la experiencia del banco central de Estados
Unidos, Gran Bretaña, Canadá y México, se pueda ayudar a informar a los
lectores y comprender mejor la política actual y ejercer presión sobre los
responsables de las políticas para que no repitan algunos de los colosales
errores del pasado siglo. Agradezco a los editores de
www.olafinanciera.unam.mx darme la oportunidad de colaborar juntos en
este número especial sobre el centenario de la Reserva Federal de los
Estados Unidos.
Editor invitado Mario Seccareccia
University of Ottawa,
Ottawa, Canada
<< regresa
|